lunes, 4 de noviembre de 2024

No entiendo de mecánica, sólo de montar en moto

Siempre me gustaron las motos, las veía como un sueño desde niño, cuando tuve edad de poder conducir legalmente un ciclomotor, era una de las cosas que mas ansiaba, pero mis padres no querían verme sobre dos ruedas, siempre fueron un poco sobreprotectores, así que cumplí 14, me saqué una licencia para conducir ciclomotores que nunca usé, cumplí 16 y seguía sin poder disfrutar de un sueño que sólo pude cumplir cuando, tras dos años trabajando con un mísero salario de 50.000 pesetas logré los ahorros suficientes para, una vez sacado el carné de motos, comprarme ya si con 18 años la primera, una Yamaha SR 250 Special. Lucía tan bonita y brillante que yo estaba encantado y fue mi fiel compañera durante más de 10 años. Con ella fui muchas ediciones seguidas a Pingüinos, la primera vez en Tordesillas en 1995, con el carné apenas estrenado hacía tan sólo unos meses, ya que me lo dieron en octubre del año anterior.

Volví durante muchos años, con alguna ausencia en medio, a aquella gigantesca concentración que fue la que terminó de avivar mi pasión por las motos y, en especial, por mundillo de las custom. La foto de arriba es en el peaje de Guadarrama, en 1998 de regreso de Pingüinos, ahí ya empezaba a tener equipación, porque el primer año me fui con unos vaqueros y dos pantalones de pijama debajo, una cazadora de sky con forro de borrego y un casco barato. 

Tras aquella 250cc di un gran salto para comprarme una Yamaha Virago XV 1100, ahí todo cambió, ya no iba vendido en la moto por la carretera, tenía motor y caballos suficientes para poder disfrutar de los viajes largos y con esta nueva montura si que hice kilómetros, muchísimos, visité todos los extremos del mapa de España y de Portugal, hice grandes amistades en el mundo de la moto, descubrí lo que era estar en clubes y deseaba tener un fin de semana libre para viajar sobre dos ruedas. Me he ido en más de una ocasión sólo de vacaciones, porque no necesitaba más que mi moto para ello y no esperaba a que alguien pudiera acompañarme para iniciar el viaje. Guardaré siempre buenísimos recuerdos de aquella moto, indestructible, con nervio y a la vez capaz de permitirte un viaje cómodo y seguro.

En 2014 viví el peor año de mi vida, sin duda, la pérdida de mi hermana por absoluta sorpresa me hizo replantearme muchas cosas y una de las decisiones que tomé fue la de ir a por mi sueño, a por esa moto que siempre quise, una Dyna, una Harley Davidson, así que no lo pensé. Jamás olvidaré el día que la recogí del concesionario, me subí al tren con un casco de moto y me volví sobre la nueva adquisición, un sueño que unos años después bautizaría como Marti. Ese año fue triste en muchos sentidos, pero al menos hubo algo bueno, cumplir un sueño. 

Desde entonces llevo subido en mi Harley recorriendo muchos puntos de España, conociendo a gente nueva y compartiendo kilómetros y risas con viejas amistades. Por eso he decidido que en 2025 pondré en marcha mi nueva andadura o, al menos, lo intentaré, desde este viejo blog y a través de YouTube os voy a narrar mis viajes con detenimiento y detalle, contándoos donde voy, recomendándoos donde merece la pena parar y dónde no, haciendo partícipe a todo el que me siga de mis aventuras y, si las hay, también de mis desventuras. ¿Mi pretensión? Ninguna, simplemente compartir con nuevos y viejos moteros lo que viva sobre dos ruedas. Espero que os interese al menos a alguno.

Gracias por leerme. Ráfagas y Vsss

No hay comentarios: